Por fin llega la época de vacaciones y ya tienes ESE viaje que tanto has preparado, o no.
Un lugar nuevo, o conocido, un lugar de playa, o de montaña, un lugar de calor, o de frio…lo cierto es que te vas de viaje, con tu pareja, con tu familia, con amigos o solo/a y la barrita de energía y motivación se pone al 100%.
Te cuento, una de las cosas que más valora la gente de vacaciones es la desconexión. Al trabajo, a la rutina, a los compañeros diarios, a las tareas del hogar… ¿Y sabéis cual es la mayor desconexión de todas?
El móvil.
La mayor desconexión de todas durante las vacaciones es dejar el móvil
Cuando no existían, no teníamos esa necesidad. Pero vino Martin Cooper con su Motorola haciendo su primera llamada inalámbrica el 3 de abril de 1973 a ni más ni menos que su rival Bell Laboratories para regodearse un poco, y todo cambió.
Cuando solo servían para llamar, era fácil dejarlo en cualquier lugar abandonado, si no contestas no pasa nada, estas de vacaciones. Pero hemos llegado al punto de que nuestro móvil es nuestro gps, nuestra cámara de fotos y nuestra carta de restaurante.
Hasta en las vacaciones dependemos totalmente de él.
Y desde entonces que se ha perdido el: nos perdimos y descubrimos un lago precioso, un camino nuevo, una playa escondida… se ha perdido el hablar con el camarero del restaurante y que te recomiende el plato estrella…se ha perdido el disfrutar de la puesta de sol a través de tus ojos y no de una pantalla… se ha perdido la reunión post vacaciones con la familia para explicar el viaje y enseñar el álbum de fotos que habías rebelado y que la mitad tenían un dedo en medio.
Muchas de aquellas personas que, si lo han vivido y tienen nostalgia de esos viajes, han encontrado parte de la solución. Contratar un fotógrafo profesional para que inmortalice parte de su viaje.
Contratar un fotógrafo profesional se ha vuelto un necesario.
Se olvidan de los palos selfies, de los temporizadores con el móvil torcido, de las cámaras frontales que son bastante malas, de salir solo parte de la familia o uno de la pareja porque el otro es el que hace la foto.
En Sitges, uno de los mayores atractivos es la playa. Y después de la desaparición de las tiendas de souvenir, no han visto mayor recuerdo que pasar una o dos horas con su acompañante de viaje, haciéndose fotos profesionales, bonitas, de las que luego posteas en Instagram, Facebook, te haces un álbum o te cuelgas en la pared de casa, con ganas, con ilusión y siempre volviendo mentalmente a ese lugar, a esa sensación y a la barra de energía al 100%.
Deja de ocupar espacio con mil fotos en tu móvil que no volverás a ver.
Te sale más a cuenta tener menos fotos, bien hechas, y viviendo esas ganas de esperar para ver el resultado y enseñar a la familia, y sabiendo, además, que no tendrán un dedo en medio de la foto o no estará borrosa.